La magia de un hotel con encanto natural: Torre do Río
¿Cuántas veces habremos soñado con pasar unos días de descanso alejados del estrés y el bullicio propio de las ciudades? Cuando pensamos en un lugar de ensueño que nos permita relajarnos, nos suelen venir a la mente frondosos parajes naturales en los que reinan la calma y el aire puro. Los principales problemas de este tipo de espacios son, por una parte, sus escasas comunicaciones con respecto los puntos de interés turístico y, por otra, la escasez de alojamientos in situ que se fusionen con la belleza del paisaje. Pues bien, para cubrir estas dos últimas lagunas de una forma eficiente y atractiva nació el Hotel Torre do Río a partir de la remodelación de un complejo textil del siglo XVIII situado a las orillas del río Umia, en la localidad pontevedresa de Caldas de Reis.
Fusión con la naturaleza
El Torre do Río se ubica en una finca de 10.000 m2 rodeada de un profuso jardín y un pequeño huerto a orillas del río. El particular enclave natural en el que se incluye esta palaciega construcción fue declarado de interés paisajístico por su enorme biodiversidad, algo que hace más exclusiva la estancia en este hotel rural. La particular conjunción entre arquitectura y naturaleza se advierte en espacios como las terrazas, en las que los huéspedes pueden disfrutar de un desayuno casero rodeados de un paisaje de una enorme plasticidad que invita a la relajación, o como la torre que da nombre al complejo, que posee unas vistas privilegiadas y está diseñada para aquellos clientes que opten por un espacio más íntimo.
Distribución
Entrar en el hotel es trasladarse al siglo XIX, la época de los pazos señoriales en Galicia. Cada una de las salas cuenta con una decoración cuidada al milímetro en la que se combinan la madera y la piedra. Los huéspedes pueden elegir entre un total de 10 habitaciones dobles equipadas con todas las comodidades –una de ellas está adaptada para minusválidos– y con amplios ventanales con vistas al jardín.
Aunque si hay una estancia que destaca sobre todas las demás por su carácter acogedor y familiar, esa es su sala de estar con chimenea, que invita a leer un buen libro o a disfrutar de una charla en un ambiente confortable junto al fuego.
Actividades
Como apuntábamos anteriormente, este hotel se caracteriza por su ambiente rústico, que aporta un toque hogareño y acogedor a cada una sus estancias sin dejar de lado todas las comodidades de las que dispone cualquier hotel moderno. Así, además de ofrecer conexión inalámbrica a Internet, el Torre do Río cuenta con unas comunicaciones extraordinarias a diversos centros culturales, deportivos y termales de la geografía gallega, lo que permite a los huéspedes complementar su alojamiento con actividades que se ajusten a sus preferencias. Sin ir más lejos, el hotel se encuentra a escasos kilómetros de dos de los mejores balnearios de toda Galicia: las Termas de Cuntis y la Villa Termal de Caldas de Reis.
Los amantes del turismo gastronómico y enológico tendrán la oportunidad de, además de probar los productos frescos de la cocina del Torre do Río, acercarse a alguna de las bodegas de vino albariño, denominación de origen Rías Baixas, presentes en las 9 localidades que forman la comarca del Salnés: Vilagarcía de Arousa, Sanxenxo, Cambados, O Grove, Vilanova de Arousa, Meaño, Ribadumia, Illa de Arousa y Meis.
Para todos aquellos que opten por aprovechar el entorno natural privilegiado del hotel para llevar a cabo algún tipo de deporte al aire libre que les permita tener contacto directo con la naturaleza, es posible organizar sesiones de paintball, escalada, rutas en quad o rutas de senderismo entre otras actividades de turismo activo.
Los huéspedes que prefieran disfrutar de rutas y eventos culturales, pueden llegar en escasos minutos a las ciudades de Vigo o Santiago de Compostela, o bien visitar el cercano Parque Arqueológico de Campo Lameiro, donde se encuentran valiosos vestigios de arte rupestre al aire libre.
